Entre 1935 y mayo de 1945 la Wehrmacht produjo un total de 25 millones de cascos alemanes para su ejército
Tras el final de la contienda en 1945 millones de unidades de cascos alemanes quedaron esparcidos por todas partes. Pero, ¿sabes qué sucedió con ellos?
Al estar fabricados con acero de buena calidad en muy poco tiempo se les encontró un uso adecuado, reciclarlos en cacharros de cocina. En el blog de hoy vamos a comentar esta curiosa segunda vida de los cascos alemanes tras la Segunda Guerra Mundial.
Durante la Segunda Guerra Mundial, y no sólo en esta guerra, los recursos destinados a la industria bélica hicieron que escasearan multitud de productos. En muchos casos, por no haber materias primas con qué hacerlos. Pero hoy hablamos del caso opuesto, qué pasó con las cantidades enormes de material bélico tras la guerra, en este caso, cascos germanos.
Aquello que había protegido miles y miles de cabezas, ahora servía para fabricar utensilios de cocina. Una manera curiosa de dar una segunda vida a estos elementos de protección tras la segunda gran contienda mundial.
Como puedes ver en el vídeo, con un poco de trabajo hidráulico y unos remaches aquí y allá, las toneladas de acero en forma de casco se convertían en cazuelas. Algo mucho más necesario en la Alemania de postguerra que los cascos Stahlhelm para ellos.
El caso del casco Stahlhelm
El Dr. Friedrich Schwerd, del Instituto Técnico de Hanover, desarrolló el diseño del Stahlhelm. A inicios de 1915, Schwerd había llevado a cabo un estudio sobre las heridas en la cabeza producidas durante la guerra de trincheras, enviando una recomendación para el uso de cascos de acero, gracias a la cual fue trasladado a Berlín.
Schwerd tomó la tarea de diseñar y producir un casco adecuado, principalmente basado en el sallet del siglo XV, que ofrecía una buena protección para la cabeza y el cuello.
Tras una larga labor de desarrollo, que incluyó la prueba de diversos cascos alemanes y Aliados, los primeros Stahlhelm se probaron en noviembre de 1915 en el Terreno de Pruebas de Kummersdorf. Los probó en combate el 1º Batallón de Asalto y se ordenaron 30.000 unidades. Pero no se aprobó el suministro general hasta el 1 de enero de 1916, por lo que se le conoce habitualmente como «Modelo 1916».
En febrero de 1916 se distribuyó a las tropas que participaron en la Batalla de Verdún. Tras este hecho la incidencia de graves heridas en la cabeza se redujo dramáticamente.
A diferencia del acero Hadfield empleado en el Casco Brodie británico, los alemanes utilizaban un acero al silicio-níquel más duro obtenido mediante transformación martensítica. De esta manera, así como también debido a su forma, el Stahlhelm debía moldearse en matrices calentadas y era más costoso de producir que el casco británico, que se podía estampar de una plancha de acero.
En este interesante artículo puedes conocer más a fondo la historia del casco alemán Stahlhelm.
Cascos militares en Acorazado Bismarck
Aprovechamos este blog sobre cascos alemanes para comentar que en nuestra web disponemos de una colección de cascos y gorras militares para ampliar tu colección. Sabemos que estos objetos de protección son muy preciados en el mundo del coleccionismo.
Echa un ojo a nuestra sección, ya que tenemos cascos de diferentes épocas y modelos. Cada uno con unas características propias y diferenciadoras.
Como siempre, en Acorazado Bismarck, seguimos apostando por acercaros productos originales para dar más valor si cabe a vuestra colección. Es el momento ideal de descubrir más sobre este elemento de la indumentaria militar tan singular.
