El 26 de febrero de 1935 Adolf Hitler organizó, en el más absoluto de los secretos, la Luftwaffe -(Arma Aérea en castellano)-. Se trata de la ultramoderna fuerza aérea de la Alemania nazi que estuvo bajo la dirección de Hermann Göring.

La Luftwaffe diseñó y construyó miles de aviones a una media de casi 15.000 aviones anuales. Mientras que, antes y durante la Segunda Guerra Mundial las industrias alemanas construyeron cerca de 86.000 aviones.

Precisamente, uno de los cambios más trascendentales que trajo consigo la segunda Guerra Mundial fue la plena incorporación de la aviación al mundo bélico.

Si bien durante la Primera Guerra Mundial el uso de los aviones había sido mucho más limitado, sirvió para que muchos países se dieran cuenta de la importancia de tener una fuerza área como instrumento de batalla.

De allí que el Tratado de Versalles, que se firmó en el año 1918, dejó expresamente establecida la prohibición para Alemania de producir o poseer aviación militar. Sin embargo, la empresa de aerolínea civil Lufthansa permitió el entrenamiento de vuelo para los hombres que, años más tarde, se iban a convertir en los avezados pilotos de la Luftwaffe.

 

 

Hitler desarrolló la Luftwaffe en secreto

Tras asumir el poder en Alemania en 1933, lo primero que hizo Hitler fue comenzar a desarrollar en secreto su fuerza aérea militar. Finalmente el 26 de febrero de 1935 el máximo líder nazi le ordenó a su ministro del Aire Hermann Göring rehacer formalmente la aviación de guerra alemana. Esta fue presentada al mundo entero en marzo de ese mismo año.

Dos años más tarde se hizo sentir su fuerza en el brutal bombardeo de Guernica durante la Guerra Civil española. Después de septiembre de 1939, Polonia, Francia, Gran Bretaña y Rusia percibieron a la Luftwaffe como la más mortífera de las fuerzas armadas alemanas.

A pesar de superarla en el doble de cantidad de aviones, la Real Fuerza Aérea Británica se vio obligada a entregarle a la Luftwaffe su primera derrota en la batalla de Gran Bretaña.

Años después, ya en plena Segunda Guerra Mundial, las fuerzas americanas se unieron a la Real Fuerza Aérea Británica (RAF) en la batalla por los cielos de Europa. Logró lo que parecía un imposible: destruir a la poderosísima y hasta por entonces imbatible Luftwaffe.

 

Medallas de la Luftwaffe

 

Distintivo de piloto y piloto-observador

Distintivo Piloto Luftwaffe

Su origen está en el emblema del tripulante que se introdujo en enero de 1935 para diferenciar al personal de vuelo de las Fuerzas Aéreas que se estaban formando en el mayor secreto. La distinción que se diseñó como un águila alzando el vuelo sobre la esvástica insertada en una guirnalda ovalada, dio paso en 1936 a un distintivo específico para los pilotos, que mantuvo un águila parecida al anterior pero la guirnalda era ovalada y medía 52 milímetros de ancho por 42 de ancho.

La envergadura del águila era de 65 milímetros e iba moldeada por separado y remachada a la guirnalda. La guirnalda de la Luftwaffe optó por hacer las guirnaldas de hojas de roble (derecha) y hojas de laurel (izquierda) consiguiendo diferenciarla de los demás ejércitos.

Se fabricó con materiales de excelente calidad, (níquel y aluminio) aunque avanzando la contienda se fabricaron en Kriegsmetall. Se entregaba justo con su correspondiente diploma en un estuche azul de calidad con el nombre de la distinción en la tapa.

El Distintivo de Piloto se entregaba a todos los hombres en activo de la Luftwaffe que tuvieran licencia para pilotar aeronaves militares. Aquellos que al margen acreditaran preparación para realizar tareas de observación, tendrían una distinción especial. Así, el distintivo llevaba la guirnalda en plata y el águila en gris oscuro.

En Acorazado Bismarck contamos con una pieza original de este distintivo.
Debido ala aparatosidad de de estos distintivos muchos pilotos prefirieron colocarse parches de tela para coser en sus guerreras. Los oficiales usaban hilo metálico, mientras los suboficiales y tropa bordados en algodón.

Distintivo telegrafista, Ametrallador y Mecánico de a Bordo

Distintivo Radiotelegrafista, Ametrallador y Mecánico de la Luftwaffe

Surgió en 1936 para los tripulantes especializados en la solución de problemas mecánicos en vuelo, en el uso de armamento y en los sistemas de comunicación a bordo de las aeronaves.

Sobre la guirnalda de hojas de roble y laurel plateadas se situó el águila vista de su perfil izquierdo. Sujeto a sus garras un manojo de rayos, mientras que la esvástica se sitúa en la parte inferior del distintivo. Las medidas de este distintivo eran de 52 milímetros de alto y 40 de ancho. Y los materiales usados fueron Buntmetall, kriegsmetall, aluminio y níquel.

Para obtener el distintivo era necesario superar dos meses de instrucción en la especialidad o bien completar cinco misiones de combate en alguno de los puestos referidos.

El 22 de junio de 1942 apareció un nuevo distintivo para distinguir a ametralladores y mecánicos. Era la misma pieza pero no llevaba los rayos que sujetaba el águila. De este modo el otro distintivo pasaba a ser de radiotelegrafista, obligando a ametralladores y mecánicos a cambiar el distintivo.

En Acorazado Bismarck disponemos también de una pieza original de este distintivo.

 

Distintivo de Paracaidista de la Luftwaffe

Distintivo Paracaidista de la Luftwaffe

Se creó el 5 de 1936 para distinguir a los Fallschirmjäger (cazadores paracaidistas) de las fuerzas aéreas. Se requerían al menos seis saltos y unas pruebas teóricas, igual que los otros paracaidistas del Heer. Cada año se tenían que volver a acreditar los mismos requisitos, de lo contrario no se podía lucir este distintivo.

Aun así en mayo de 1944 esta recompensa podía ser concedida a perpetuidad y se podía entregar a personal sanitario y de intendencia por solo un salto en combate. Se premiaba la valentía de saltar sobre el enemigo sin estar preparado, también las unidades de paracaidistas de la Waffen SS y las unidades de comandos especiales del Heer recibieron este distintivo.

El diseño consistió en la típica guirnalda de hojas de roble y laurel sobre la que se remacho una águila lanzándose al picado con una esvástica en sus garras. Las dimensiones eran 52 de alto y 40 de ancho.

Al contrario de los paracaidistas del Heer, nunca se entregaba con el nombre de la unidad grabado. Se utilizaron metales de gran calidad en los primeros ejemplares (bronce ,latón) y se pasó después al aluminio y acabando con el Kriegsmetall.

El uso de Distintivos bordados en hilo de algodón para tropa y hilo metálico para oficiales, fue más habitual en los paracaidistas que en otras unidades de las Fuerzas aéreas. Los diplomas y estuches eran similares a otros distintivos de la Luftwaffe.

 

Teniendo en cuenta la repercusión que tuvo la fuerza aérea alemana, no es de extrañar que se generara multitud de distintivos para este cuerpo militar. De hecho, en Acorazado Bismarck disponemos de una amplia variedad de piezas originales de la Luftwaffe, desde medallas a parches, uniformes y gorros. Descúbrelas todas aquí.

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